Esta mañana os contaba que ayer celebramos el cumple de Espeso. Los que me sigáis por Istagram, ya pudisteis ver en mis Stories alguna foto de la elaboración de uno de los dos regalos que le hice: un especiero.
La idea se me ocurrió porque, cuando estuvimos en Burgos en su casa, nos puso para comer pechugas a la plancha y arroz blanco. A mí me pareció una comida de puta madre, porque yo soy feliz con tal de que me pongan algo cocinado sin trigo, huevo, leche de vaca, ajo y limón (que son las cinco cosas a las que tengo intolerancia alimentaria… y que hacen que comer fuera de casa me complique muchísimo la existencia)… pero me hizo mucha gracia que nos pusiera una comida taaaaaaan básica. Y, como hay confianza, se lo dije:
- Joder Espe… Tantos años en Francia, ¿y no has aprendido nada de la cocina francesa? Jajaja. Podías haberle echado algo que le diera un poco de sustancia a este arroz. No sé, un poco de curry, aunque solo fuera eso…
- Es que no tengo especias.
- ¿¿¿No tienes ninguna especia???
- No. Una vez compré ajo en polvo, pero no me gustaba demasiado…
- ¿¿¿Pero como puedes cocinar sin especias??? Joder, yo que las echo para todo… Si no, ¿con qué le das sabor a las cosas?
- Con nada.
- O_o
- A ver… Es que yo he empezado a cocinar hace menos de un año y todavía me cuesta… Voy aprendiendo, pero poco a poco.
- ¿Cómo que has empezado a cocinar hace menos de un año? ¿Y antes que comías?
- Pues básicamente me alimentaba a base de precocinados y de bocadillos. Con decirte que en el trabajo me llamaban «El Conde de Sandwich«, porque nunca me veían comer de plato…
- Jajajaja. ¡Qué mote tan bueno! ¿Te pusieron lo de «conde» por lo fino que eres?
- No bloguera… A ti te parezco fino porque tú eres muy bruta, pero en Francia a nadie le parecía que yo fuese especialmente delicado.
- Entonces no pillo el mote…
- Jajaja. Pues porque el Conde de Sandwich fue el tío que inventó los sandwiches… y por eso se llaman así. Debían encantarle los juegos de cartas, y para no perder tiempo comiendo o no manchar las cartas con la grasa de la comida, empezó a meter la comida dentro de dos rebanadas de pan, y siempre comía así…
- O_o ¡Anda! ¡Qué curioso!
- Sí… El caso es que un compañero de trabajo me puso el mote porque decía que nunca me veía comer de plato, igual que el Conde de Sandwich… y luego me lo empezaron a llamar los demás. Hasta que empecé a tener problemas intestinales y me salieron un par de úlceras seguidas y estuve bastante fastidiado una temporada… con hemorragias y todo… y el médico me dijo que lo primero que tenía que hacer era empezar a comer comida de verdad y dejar de comer tanto precocinado y comida basura. Así que, fue cuando empecé a cocinar. Tampoco es que haga grandes cosas, porque hago arroz y poco más… pero la verdad es que no he vuelto a tener problemas.
El caso es que me quedé con la copla de que no usaba especias, y cuando tuve que empezar a pensar en qué regalarle, inmediatamente pensé en hacerle un kit de condimentos.
Compré botes de especias (en el Tiger), una cajita de madera (en el Tedi), y especias a granel (en una herboristería especializada en eso… Por supuesto, intentando no comprar especias picantes, ahora que sé que sufre del sistema digestivo).
Lavé y sequé bien los botes. Luego barnicé la caja con un barniz con unas gotas de colorante negro para que quedara un poco más oscura, y les puse a los especieros etiquetas negras cuquis de pizarra con los nombres de las especias (que compré en una tienda de chinos)… igual que las que hice para el especiero de mi cocina.
Y el resultado final fue este:
Espero que con un especiero tan glamouroso y tan fino, el «Ex-Conde de Sandwich» y actual «Duque del arroz blanco», se anime a aderezar un poquito más sus comidas, jajajaja.
Los especieros, guardianes de aromas y sabores, transforman la cocina en un festín de posibilidades. Cada bote alberga secretos culinarios, inspirando creaciones que despiertan paladares y embriagan los sentidos.