Especias y sentido del gusto

Bueno, pues yo sigo ordenando mi casa según el método Konmari y ayer le tocó el turno a la cocina (aquí tenía poco que hacer, la verdad, porque tengo lo justo y necesario… así que en una mañana terminé todo).

Casi lo que más tiempo me ha llevado ha sido re-decorar mi especiero… y es que cuando subí el vídeo en el que os decía que me molestaban las mezclas estridentes de colores, me hizo mucha gracia ver que hay gente a la que le molestan todavía mucho más que a mí y que en seguida me dijeron que cómo podía tener los botes de especias de la cocina de color rojo, que no pegan nada con el resto.

Aunque siempre lo he tenido así porque lo de los botes de especias no es algo que me moleste demasiado a la vista, tenían razón en que quedarían muchísimo mejor si fueran todos iguales. Así que, aprovechando que tenía que tirar cosas y recolocar, he decidido uniformar un poco el aspecto de mi especiero (que por cierto, es una de las baldas metálicas de ducha que quité cuando hice la reforma de mi baño, y la pinté con pintura negra en spray para darle un segundo uso en la cocina).

El caso es que fui a los chinos a comprar botes que tuvieran las tapaderas negras y que fueran todos iguales. Peeeeeeero para mi decepción, después de recorrer más de seis, solo encontré uno en el que vendieran botes sueltos para las especias, y solamente tenían estos (sí, los compré todos):

Ni siquiera, combinando los dos colores tenía suficiente para meter todas las especias, así que tuve que resignarme a que no fueran todos iguales y conformarme con uniformarlos un poco con el estilo de las etiquetas.

Yo juraría que otras veces había visto unas etiquetas muy chulas de pizarra en las que se podía poner el nombre con tiza, pero esta vez solo he conseguido encontrar estas, que son bastante cuquis, pero de papel negro normal.

Como sobre ese papel, la tiza no pinta, puse el nombre en las etiquetas con lápiz de ojos blanco (que pinta muy bien en casi cualquier superficie y queda muy parecido a la tiza). Y luego cubrí el nombre con un trozo de celo para que no se borre con el roce, y lo pegué a los botes.

Como no tenía botes suficientes del mismo color (ni pegatinas iguales para todos los botes), lo que hice fue tirar todos los botes que tenían la tapadera roja, y luego redistribuí el contenido de todos los botes ordenándolos según su contenido en los botes que tenían la tapa blanca, negra o verde (y asignándole a cada tipo una forma diferente de etiqueta) de la siguiente manera:

  • tapaderas verdes: hierbas (perejil, orégano, albahaca…)

  • tapaderas negras: cosas picantes (pimienta, pimentón, cayena…)

  • tapaderas blancas: el resto de las cosas (cúrcuma, jengibre, canela…)

El resultado final es este.

Y como no podía ser de otra manera, al quitar los colores discordantes queda mucho más armónico ¡¡¡y muuuuuuucho más bonito!!! 😂😂😂

9 comentarios

  1. Eres genial!! Gracias por compartir estas cositas, guapa!!

  2. no se si soy muy mal pensada o mi imaginación juega conmigo perooooo, lo que tienes colgando al final es algo con forma de pene color negro??? jajajaja

    1. No eres mal pensada. Es un abridor de botellas de madera con forma de pene, que me trajeron de regalo de Tailandia. Todo el mundo flipa cuando entra en mi cocina por primera vez y lo ve, jajajaja.

  3. Tienes remolacha en polvo?? Qué flipe, nunca lo había visto! Para qué la usas?

    1. Me la trajo una amiga de regalo de Inglaterra. La uso para teñir la comida de color de rosa. No sé si sirve para algo más, jajajaja

  4. Pero por qué quitaste los rojos? Una vez leí que el color rojo era el color que daba más alegría de vivir psicológicamente!

    1. Porque el resto de la cocina está en verdes, así que el rojo es el que sobra. Si el resto de la cocina estuviera en rojos el que sobraría sería el verde ;-)

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *