Justo antes de verano decidí renovar un poco mi pasillo.
Cuando me mudé a esta casa el pasillo y el recibidor eran muy oscuros, así que para darles un toque más alegre, los pinté de amarillo.
Pero ahora ya me había cansado de verlos así y decidí darles un toque un poco más elegante.
Resulta que a la hora de reformar el baño, elegí un suelo vinílico que imita baldosas hidráulicas que ¡¡¡me encanta!!! De hecho me gusta tanto que he usado las baldosas que me sobraron para renovar una estantería (y para alguna ñapa más).
La estantería está en la cocina, así que, pensé que podría quedar bien poner también en el pasillo una cenefa igual que las baldosas hidraúlicas, y usar ese motivo para unificar un poco toda la casa (aunque después cada una tuviera su propio estilo).
Lo primero que hice fue pintar de gris muy clarito el recibidor y todo el pasillo.
Y después, como no tenía suficientes baldosas restantes como para ponerlas por todo el pasillo y no pensaba comprar otras tres cajas solo para eso (teniendo en cuenta que esas baldosas cuestan más de 40 euros el metro cuadrado), imprimí varias hojas en papel de cartulina con el mismo dibujo de las baldosas (yo las saqué de internet porque en Amazon venían fotos de cada una de las diferentes losetas, pero si vosotros queréis hacerlo y no las encontráis podéis hacerles una foto a buena resolución e imprimirla).
Lo de imprimirlas en papel de cartulina es importante, porque si no, a la hora de pegarlas a la pared con cola blanca, si es papel normal se ablanda demasiado y quedan arrugas (con un resultado absolutamente horroroso, claro).
Yo las imprimí en blanco y negro porque pensé que eran grises, pero fue un grave error, porque al llegar a casa y compararlas con las originales me di cuenta de que estas tenían un toque mucho más amarillo (la loseta original es la de la izquierda de la foto y la fotocopia la que está a la derecha).
Como pasaba de volver a imprimirlas (y tenía ansia viva por ponerlas esa misma tarde), decidí solucionarlo amarilleándolas yo misma.
Para ello en un vasito de agua eché agua con un poco de cúrcuma, y con una brocha les dí bien a todas las hojas, hasta conseguir que quedaran del mismo tono que las originales.
En esta última foto se puede ver una cartulina original (la de abajo) con una ya amarilleada con la cúrcuma (la de encima).
Una vez hecho eso, solamente tuve que recortar las baldosas en tiras, y después untarlas en la parte posterior con cola blanca un poco diluída en agua (más o menos mitad y mitad), para poder ir colocándolas en la pared.
¡¡¡¡Y voilá!!! Ya está lista mi cenefa a juego con el baño ;-)
Me encanta. Y no es tan gris, también hay blanco. Con alguna planta y algún toque de color en macetas, cojines o adornos quedaría genial. Ya me gustaría a mí ser tan manitas.