No sé si recordáis que hace unos meses os conté que algunos fines de semana me tocaba hacer de canguro del perrito de mi hermano, qué es un poco trasto y cuando lo sacas a pasear tira como una mala bestia.
Hice este dibujo para ilustrarlo y a mi hermano le hizo mucha gracia… y me pidió que se lo pasara ampliado para imprimirlo en una lámina.
Como nunca sé qué regalarle, me hice la loca y me reserve la idea para el regalo de Reyes, porque pensé que molaría más regalarle una colección entera de dibujos, en vez de solo uno… y que molaría más hacérselo en lienzo, que en un simple papel.
Como lo dejé para última hora (como siempre), cuando lo quise mandar a imprimir ninguna tienda online me lo tenía a tiempo, porque con tanta fiesta entre medias no me llegaba antes del día de Reyes… así que tuve que improvisar y pasar los dibujos al lienzo por mi misma.
El proceso es súper sencillo, porque de hecho nos enseñaban a hacerlo así en el colegio cuando éramos pequeños. Simplemente consiste en:
- hacer el dibujo del tamaño del lienzo (por la parte de detrás)
- Colocarlo detrás del lienzo dado la vuelta
- Poner el lienzo encima de una lámpara encendida, para que se transparente
- Repasar las líneas con un lápiz para pasar el dibujo al lienzo
- Una vez que tenemos el dibujo en lápiz, repasarlo con rotulador permanente, con un pincel fino y pintura acrílica, o con lo que prefiramos
¡¡¡Y listo!!! Ya tenemos nuestro dibujo pasado al lienzo, de una manera súper sencilla y ¡¡¡más barata imposible!!!
Buena idea, que también se puede hacer con niños para que pongan los dibujos que ellos quieran