Cómo pintar un pasillo oscuro para que sea más luminoso

A veces solamente con unas manos de pinturas podemos renovar completamente el aspecto de una estancia, dándole más sensación de amplitud y de luminosidad.
Y si no, mirad el cambio que dio mi pasillo solamente con unas manos de pintura:

En mi piso anterior casa el pasillo era muy largo y oscuro.

Cuando llegamos parecía el pasillo de «La familia Monster», porque incluso cuando dábamos la luz, seguía siendo oscurísimo.

Yo tenía claro que la culpa la tenía el color verde-tiza del que estaban pintadas las paredes… así que decidí cambiarlo.

Primero pintamos las paredes de blanco.
Tuvimos que dar 4 capas hasta que quedaron uniformes, porque la pintura que había era tipo «cal» y chupaba la pintura que poníamos encima.

Solamente pintado de blanco, no ganó mucha luminosidad… por lo que decidí pintar un zócalo… porque los zócalos siempre dan sensación de más amplitud.

Y esta vez, nada más pintar el color claro del zócalo si que se notó un cambio radical. El pasillo parecía mucho más ancho y tenía muchísima más luz.

Para potenciar aún más esa sensación y que quedara un poco más alegre y juvenil, le pinté rayas verticales de un tono amarillo más oscuro. En cuanto  le hice las rayas, el pasillo ganó en luminosidad muchísimo más todavía.

Escogí el color amarillo para pintarlo. porque es el color que más refleja la luz.
Si lo hubiera pintado de cualquier otro color, el resultado hubiera sido mucho más apagado y mucho menos luminoso de lo que me quedó con los tonos de amarillo.

Para rematar pinté las puertas de blanco, porque las puertas oscuras rompían mucho la estética del pasillo, y en blanco quedaban mucho más integradas, le daban un toque a todo mucho más nuevo y limpio… y sobretodo porque no se comían tanto la luz al pasar.

Como veis el cambio es radical. ¡¡No parece el mismo pasillo!!

Nota: para que os deis cuenta de lo muchísimo que afecta la pintura a la luminosidad os diré que tuve la precaución de tomar todas las fotos aproximadamente a la misma hora (como se puede ver por el reflejo de la luz en la pared de enfrente), por lo que el sol que entraba por la ventana era prácticamente el mismo para todas las fotografías… ¡¡aunque parezca mentira!!

El último toque, se lo di poniendo una falsa ventana de espejos, encima de el radiador. La idea era acortar el pasillo visualmente, al no ver tanta pared lisa.
Y al estar hecha con espejos reflejaba la luz que entraba por la puerta de la habitación que estaba en frente, y aportaba aún más luz al pasillo.